Por sus costos ubicados en los niveles históricos más bajos medidos en dólares, la construcción tienta a desarrolladores e inversores. Ante la volatilidad de los mercados y la incertidumbre, el ladrillo gana entre las preferencias, aseguran desde el Grupo Construya.

Si bien los especialistas afirman que los precios del sector aumentarán y se achicará la oportunidad, la opción seguirá estando. El estar más en el hogar, las mudanzas a zonas suburbanas, y el teletrabajo empujan construcciones, ampliaciones y reparaciones.

El Gobierno nacional decidió realizar modificaciones a la iniciativa presentada y buscará aprobarlo en la Cámara de Diputados. En este sentido, reducirá las tasas del impuesto especial que cobrará a quienes ingresen a la exteriorización y extenderá los plazos.

Esperan que la ley impulse el desarrollo del sector, recupere los puestos de trabajo perdidos y logre mayor oferta de viviendas. Afirman que si bien "no será un boom" van a poder poner en marcha una cantidad de proyectos "que de otro modo sería muy difícil".

Con lo declarado sólo se podrá comprar departamentos en obras privadas en construcción con un grado de avance inferior al 50%. Los beneficios impositivos para los inversores buscan dinamizar la generación de nuevos proyectos privados de construcción.

Se formalizaron las ventajas impositivas y el blanqueo de fondos en el exterior no declarados para inversiones inmobiliarias. Las medidas generan una importante expectativa por el impacto que tendrán en la generación de obras y la dinamización de la actividad.

La iniciativa propondría un ajuste que siga el nivel de variación de los salarios registrados, no se indexarán mas por inflación. Asimismo, en el nuevo sistema estarían incluidos los cambios de primera o segunda vivienda por una a estrenar (primera escritura).

Alertan que la falta de insumos básicos para construir viviendas genera incertidumbre en el sector y repercute en la reactivación. Sostienen que afecta a las constructoras y a la cadena de distribución y comercialización, como son los corralones y los comercios.

Por sus costos ubicados en los niveles históricos más bajos medidos en dólares, la construcción tienta a desarrolladores e inversores. Ante la volatilidad de los mercados y la incertidumbre, el ladrillo gana entre las preferencias, aseguran desde el Grupo Construya.

Ante las necesidades de vivienda en un segmento de la población, y dólares disponibles, hay un rebrote de la actividad constructiva. La propuesta "llave en mano a precio cerrado", permite convertir pesos en dólares, con facilidades de pago y variadas opciones de financiación.