Desarrolladores inmobiliarios optimistas con la recuperación de la construcción.

06.04.2021

Se formalizaron las ventajas impositivas y el blanqueo de fondos en el exterior no declarados para inversiones inmobiliarias. Las medidas generan una importante expectativa por el impacto que tendrán en la generación de obras y la dinamización de la actividad.

El blanqueo servirá para impulsar el desarrollo del sector, recuperar puestos de trabajo perdidos y lograr mayor oferta de viviendas. Los fondos declarados deberán afectarse únicamente al desarrollo o la inversión en proyectos inmobiliarios desarrollados en Argentina.

La ley 27.613 que prevé incentivos tributarios para el sector de la construcción y el blanqueo de fondos en el exterior no declarados que se podrán repatriar para proyectos inmobiliarios, se promulgó a través del decreto 151/2021 publicado en el Boletín Oficial.

Quienes blanqueen capitales en los primeros 60 días de entrada en vigencia pagarán una alícuota de 5% de impuesto especial; entre los días 61 y 90 pasará a ser del 10%; y entre el día 91 y el fin del proceso, 20%.

Además, la ley prevé la exención de Bienes Personales en el valor de las inversiones en proyectos de inversión realizadas hasta el 31 de diciembre de 2022 inclusive y diferimiento del pago del impuesto a la Transferencia de Inmuebles y del impuesto a las Ganancias.

En diálogo con Télam, el presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (Aev), Carlos Spina, dijo que "es muy importante para los desarrolladores el diferimiento de Ganancias y del impuesto a la Transferencia de Inmuebles, era una demanda histórica que teníamos".

En cuanto al blanqueo, afirmó que con la medida implementada en 2016/2017 "los incentivos fueron bajísimos" y por eso "no juntó ni 300 millones de dólares".

"En los blanqueos anteriores todo fue al (inmueble) usado; por eso ahora habíamos pedido un blanqueo productivo; sólo se puede poner en lo nuevo para generar que el esfuerzo fiscal se aplique a algo que es productivo", remarcó.

Spina consideró que al orientar las inversiones a proyectos que tengan menos de 50% de avance se destinará "a lo nuevo, esto genera un círculo virtuoso porque cada vivienda que se construye tiene 45% de impuestos adentro, genera trabajo y recupera actividad formal".

Para quienes adhieran "lo importante es aprovechar la ventana de los primeros 60 días, después hay un plazo de 2 años para concretarlo, pero ya se convirtieron dólares negros en dólares utilizables", acotó.

Además, observó que al hacer la operación "con el dólar Contado Con Liquidación y la base imponible que se calcula al oficial, en realidad el impuesto sale 3% en lugar de 5%, porque la brecha juega a favor".

Sobre la expectativa de volumen de inversiones de 5.000 millones de dólares a través de este blanqueo, Spina dijo que "todos necesitamos que esto sea un éxito, si son 1.000 millones de dólares ya es el triple del blanqueo más exitoso que la Argentina volcó realmente a la construcción".

Por su parte, el presidente de la Cámara de Desarrolladores Urbanos (Cedu), Damián Tabakman, expresó: "Somos optimistas respecto de los resultados que tendrá para apuntalar la reactivación de la construcción, que afortunadamente ya se está viendo".

Coincidió en que "es preferible blanquear en dólares que en pesos, aunque la alícuota sea la misma, porque para el cálculo del impuesto se tomará el tipo de cambio oficial".

Tabakman, en una nota publicada en un portal de temas inmobiliarios, afirmó que "se espera que la clientela provenga mayoritariamente del segmento de inversores minoristas, de por sí ya interesados en acceder a una vivienda aprovechando el abaratamiento del costo de construcción".

"Lo más importante es que este blanqueo va a generar obras, a diferencia de los anteriores; desde el sector encontramos que es muy bueno que se nos den estos incentivos debido al gran poder multiplicador de nuestra industria", remarcó.

Días atrás, cuando se aprobó la Ley, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Iván Szczech, dijo que "servirá para impulsar el desarrollo del sector, recuperar puestos de trabajo perdidos y lograr mayor oferta de viviendas".

Sostuvo que "estos son los incentivos que la industria de la construcción necesita para fortalecerse, generando mayor inversión y mayor actividad económica, y en consecuencia más empresas y más empleo formal".

Szczech recordó que "este año fue particularmente difícil, veníamos de más dos años de caída ininterrumpida, tanto en la obra pública como en la privada, perdimos 180.000 puestos de trabajo y la pandemia agravó mucho esta situación".

De acuerdo con datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), en diciembre el volumen de ocupación alcanzó los 293.934 puestos de trabajo registrados y pese a que la actividad comenzó a recuperarse está todavía lejos de los niveles pre pandemia (357.000 puestos en diciembre de 2019).

El sector se reunió esta semana con la directora de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), Mercedes Marcó del Pont, para abordar algunos puntos de la ley que requieren reglamentación, la cual confían que se publique en los primeros días de la próxima semana.

La reglamentación de la Afip deberá precisar cómo se certificará el avance de obra del 50% y cómo será la operatoria para la apertura de las cuentas especiales para depositar los fondos, entre otros detalles.

Los fondos incluidos en la declaración voluntaria de la moneda extranjera y/o moneda nacional deberán depositarse en una Cuenta Especial de Depósito Cancelación para la Construcción Argentina (Cecon.ar) en alguna de las entidades comprendidas en la ley de entidades financieras, en la forma y en los plazos que establezcan la Afip y el Banco Central de la República Argentina.

Los fondos declarados deberán afectarse únicamente al desarrollo o la inversión en los proyectos inmobiliarios en la Argentina.